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Soy una persona más, que vive en este mundo; en esta enorme ciudad.

sábado, 26 de enero de 2008

Encuentros

Tu corazón latía tan fuerte que por un momento creíste q iba a salirse en cualquier Instante de tu pecho, tenías nauseas, y la cabeza empezaba a darte vueltas cuando sentiste su mirada; esa suave mirada que en algún momento te lleno de vida, ladeaste tu cabeza y pudiste verlo por ompleto tal como lo recordabas, sonriendo...

Él era tu pasado y tu futuro, tus miedos, tu terror, tu tristeza, la alegría perdida, los sueños rotos y las promesas hechas un día, tu verdugo, tu consuelo, el que con su ser te inducía a las más hermosas fantasías o a las mas terribles pesadillas, él era el todo y la nada.

Las lágrimas acudieron a las puertas de tus ojos buscando la muerte en la colina de tus mejillas; no lo permitiste, no permitiste que te viera llorar presa del pánico y la desolación una vez más, así como tampoco le permitiste a ese temblor indiscreto que recorría tu cuerpo dominarte.

Había tantas cosas en tu cabeza y tu corazón, ocurriendo todas al mismo tiempo, tanta ira, tanta ternura, tanto miedo, tanto dolor, tanta alegría, tanta tristeza, había tantas cosas en tu corazón y en tu cabeza, todas mezclándose entre ellas para volverse una idea confusa, que trastornaría momentáneamente la visión de la realidad.

Nunca sabrás con exactitud que pensaba él y que sentía, tal vez supondrás que solo albergaba un desprecio insano por aquella a la que dejo muerta un día, quizás un dolor punzante por la hermana perdida o una nostalgia vaga de días mas felices… jamás sabrás que el también tenía miedo, miedo de la mujer que se erguía lentamente ante el y que había dejado niña, miedo del destino que deseaba ser finalizado, miedo de la vida que se había tornado obscura, pero sobre todo sentía tanto miedo de si mismo…

Buscaron finalizar sus penas y completar el capitulo inconcluso en el libro de la vida, buscaron secretamente la victoria o la derrota, la vida o la muerte; pero sin embargo nada de eso encontraron, solo la agridulce sensación de una aparición, sí de una aparición que volvía desde su pasado para recordarles lo que ya no era y no volvería a ser jamás.



La bestia que una vez probó la sangre, volverá a alimentarse de ella.

1 comentario:

Anónimo dijo...

animo aqui estare ^^